Los adultos desempeñan cuatro roles importantes para facilitar el juego de infantes y niños pequeños:
Disponer ambientes para el juego y poner la seguridad por encima de todo para que los niños tengan libertad para explorar y descubrir.
Favorecer las interacciones y después dar un paso atrás para evitar interrumpir al niño.
Apoyar la solución de problemas para que los niños consideren que sí son capaces.
Observar con el propósito de comprender a cada niño y de promover el aprendizaje en cada situación.
Hay cinco factores que se deben considerar al disponer ambientes para el juego:
El tamaño del grupo y las edades que abarca para que los niños obtengan la atención que requieren y para que puedan enfocarse en sus juegos.
La manera en la cual la disposición del ambiente apoya al juego.
Enfoque sobre sucesos en vez de sobre actividades, lo cual amplía conceptos de cómo aprenden los infantes y los niños pequeños; esto incluye sucesos planeados y no planeados.
El número de oportunidades de elegir libremente.
El problema de la correspondencia, la cual permite al niño escoger sucesos que correspondan a su nivel de interés de aprendizaje.
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