Cuando estás escribiendo y no puedes recordar la frase o palabra exacta que quieres usar, una técnica útil es utilizar un comodín. Marcar con comodines un lugar con problemas, te permite seguir escribiendo las ideas. Después puedes revisar el texto, buscar los comodines y resolver los problemas. (CPS páginas 28, 57, 82, 235)

Un comodín es una palabra que no encaja perfectamente o que no expresa precisamente lo que se quiere pero, que por el momento, puede servir de relleno y recordatorio. Un comodín puede ser una sola palabra («cosa»), pero también puede ser una frase para hacerte recordar algo, por ejemplo, «aquí necesito un ejemplo específico». El comodín llena el vacío en la oración o en el párrafo y te permite seguir escribiendo sin interrumpir el fluir de tus ideas. Y, claro está, la redacción se puede pulir más tarde.