Estas pueden ser segmentos dentro de un texto —a veces solamente palabras y frases cortas, otras veces párrafos enteros— que ayudan a establecer la coherencia de un texto. (CPS 86, 109, 227-230, Cuaderno páginas 94-97, 156-158. Consulta la coherencia en el Rincón.] Los escritores pueden hacer más coherente un texto al incorporar ciertas palabras o expresiones para señalar al lector el significado de un segmento en particular o su relación con otras partes del texto. «En primer lugar», «segundo» y «en conclusión» son ejemplos de frases de transición que advierten al lector del significado de un segmento en particular del texto, así como de su relación con otros segmentos. El título, la introducción y la conclusión de un texto son otros ejemplos de señales retóricas. Establecen ciertas expectativas en el lector y así aumentan la coherencia del texto. Al mismo tiempo, estos segmentos son importantes por otra razón: atraen (y refuerzan) el interés del lector en el texto. |